Comenzando el último trimestre del año, surgen interrogantes sobre el crecimiento económico para 2022, como un insumo para los ejercicios de planificación operativa en las empresas. El BCR ya anunció una proyección de crecimiento económico para 2021 de 9%, sin embargo, debe tomarse en cuenta que para 2022 no se pueden esperar tasas de crecimiento tan elevadas, sino que, al contrario, hay un regreso de la economía a tasas de crecimiento históricamente bajas, más cercanas al 2%.
El elevado crecimiento de 2021 no se debe a un cambio fundamental en la economía de El Salvador, sino que más bien a un efecto rebote, reflejo de la tremenda caída de la economía en 2020, por el cierre estricto de fábricas, comercios, vuelos, restaurantes y hoteles. Por ejemplo, debido a la cuarentena y la crisis del COVID-19, en mayo 2020 las exportaciones cayeron 56.9% respecto al mismo mes de 2019; por tanto, al observar las exportaciones en mayo 2021 y compararlas con mayo 2020, el crecimiento es de 150.5% (ver gráfica). Pero al darse la apertura económica, las exportaciones comenzaron a recuperarse en el segundo semestre de 2021, así, que, al comparar las exportaciones de agosto 2021, con las del mismo mes, pero en 2020, se observa un crecimiento de 18.3%, ya no es de 150.5%, sino que va disminuyendo.
Este mismo patrón se está observando en indicadores de empleo formal, remesas, consumo de electricidad, y otros indicadores. Adicionalmente, hay que tomar en cuenta, que si bien, el entorno mundial ofrece oportunidades tal como la posibilidad de aprovechar el nearshoring en las cadenas globales de valor; desde un punto de vista interno existe un deterioro en el clima de inversión por el retroceso en la institucionalidad democrática de El Salvador, y la incertidumbre que está generando la combinación de la introducción del bitcoin como moneda de curso legal y la percepción de un mayor riesgo de impago de deuda pública y la respectiva crisis fiscal que eso conllevaría. Con estos factores, un crecimiento elevado en 2021, es sólo un fenómeno pasajero, y las proyecciones económicas para 2022 volverían al 2% de largo plazo, en un escenario optimista, o mucho más bajas en un escenario pesimista.