Oscar Picardo Joao

Miembro del Comité de Salud e Higiene AmCham El Salvador

opicardo@asu.edu

El 18 de marzo cumplimos un año de la llegada del primer caso de contagio e inicio de la pandemia de Covid-19 en El Salvador; durante las semanas previas y posteriores inmediatas a la fecha se tomaron diversas medidas de restricciones y cierres de movilidad.

La teoría de “La Danza y el Martillo” (T. Pueyo) ponía sobre la mesa el debate entre el aplanamiento de la curva de contagio con confinamientos y medidas de bioseguridad y el funcionamiento de los mercados.

Los modelos matemáticos SEIR (Kermack & MacKendrick, 1927) que corrimos, a 60 y 90 días, desde abril de 2020 en la Universidad Francisco Gavidia (UFG) plantearon diversos escenarios, entre supuestos muy optimistas cercanos a los 4,175 casos hasta los escenarios más alarmantes de 193,349. Obviamente estos resultados dependen de los parámetros de aislamiento y número reproductor básico de contagio. Nuestra lectura sugerida publicada el 1 de mayo de 2020 en el libro El Salvador y el COVID-19 fue de 14,916 contagios: https://observatoriocovid19.sv/ebook.html (página 36).

Un “borrador interno” del INCAE proyecto una tasa de contagio cercana al 30% en 400 días (1,993,500 casos); un segundo informe de la misma casa de estudios pronosticó 996,750 contagiados (14 de abril). Otros modelos markovianos aplicados por el matemático Otoniel Campos de la Universidad de El Salvador (UES), a inicios de la pandemia, proyectaron cifras cercanas al medio millón de contagiados.

No debemos soslayar en el análisis la controversial “progresión matemática” del gobierno que estimó 3,145,728 contagiados al 20 de mayo.

Desde el 18 de mayo de 2020 el Ministerio de Salud viene aplicado un promedio de 2,500 pruebas diarias; en los tractos 26 de junio al 22 de agosto y 13 de noviembre al 31 de diciembre, la relación entre pruebas y casos detectados refleja una media aritmética cercana al 10%; para ser más específicos, la cifra de 200 o más contagiados diarios es moda en 90 de 280 días de pandemia; es decir, si aplicamos 2,500 pruebas hay 250 contagiados. Proyectando este dato a nivel nacional llegamos a una hipótesis de 600,000 contagiados. A la fecha de redacción de este artículo se publican en el sitio web oficial https://covid19.gob.sv/ 69,198 contagiados, una cifra baja y coherente con lo que sucede en el sistema hospitalario.

Por otro lado, en la literatura internacional se estima que cada por cada 1,000 contagiados hay dos decesos; con 2,120 fallecidos que reporta el sitio web oficial (sin contar sub registros), podríamos afirmar que: 2,120 * 500= 1,060,000 contagiados…

Estas proyecciones incluyen a la población asintomática -6 de cada 10 contagiados-. Creo que la mayoría de científicos de datos coincide en ésta máxima: A mayor cantidad de pruebas aplicadas más casos detectados y viceversa… en efecto, hay países que tienen pocos casos porque no aplican suficientes pruebas…

Vale la pena aclarar, que estos pronósticos o proyecciones no se realizan para “adivinar el futuro”, sino como un ejercicio científico para planificar mejor las necesidades sanitarias del país –camas, respiradores, médicos, enfermeras, especialistas, fármacos, equipo- y para comprender el dinamismo y propagación de contagio.

A la fecha de redactar este artículo –marzo de 2021- las cifras oficiales señalan que tenemos 64,726 casos. A inicios de febrero, nuevamente el Centro de Modelaje Matemático “Carlos Castillo-Chávez” de la UFG realizó las proyecciones para el 30 de marzo de 2021 con tres R sub cero (1.5, 1.7 y 1.9) los datos podrían ser entre 63,527, 65,289 y 67,358

Finalmente, Alfonso Rosales epidemiólogo de la Universidad de Liverpool pronosticó que se duplicarían los casos para abril, pasando de 278 a 600 casos diarios; cosa que no sucedió.

Lamentablemente las autoridades de salud reservaron como secreto de Estado las estadísticas de Covid-19 por varios años, lo cual dificultará entender el dinamismo y propagación de contagio comunitario.

Observando el mapa global del dinamismo de contagio cuesta entender, bajo un modelo de pensamiento lineal qué está sucediendo y cómo sucede; hay ciertas hipótesis: a) Los jóvenes son un factor importante en el dinamismo de contagio; b) Los eventos o aglomeraciones propician el contagio; c) El transporte público es un vector crítico que facilita el contagio, se debe vigilar su operación; d) Las normas de bioseguridad –exigir mascarilla y aplicar alcohol- comerciales y empresariales ayudan a evitar la propagación; y e) Se debe abrir el sistema escolar con mucha cautela en los niveles de Parvularia, Básica y Media.

El factor de inmunidad a través de vacunas es otro elemento que puede frenar el dinamismo de contagio; pasamos del R sub cero (contagio y recuperación) al R de Control (contagio, recuperación y vacunación).

Si la población del país es aproximadamente 6.5 millones de habitantes el R0 según los datos oficiales es de 1.5 el porcentaje esperado de las personas infectadas es 58.3%, es decir 6,500,000 x 0.583 = 3,789,500 infectadas. La forma más simple de estimar la proporción de la población (p) que requiere ser vacunada para controlar una epidemia está dada por la siguiente relación:

Se deberían vacunar al menos 2,860,000 salvadoreños, si se utiliza una vacuna con un 60% de efectividad similar a Coronovac de Sinovac y se mantiene el Rc en 1.5.

La epidemia se acaba cuando el Rc se disminuya y sea menor que uno. La buena noticia es que depende de nosotros, si nos vacunamos y seguimos cumpliendo con las medidas de bioseguridad podemos acelerar el fin de la epidemia.

El plan de vacunación es muy importante para disminuir el Rc, a medida la tasa de vacunación crece se reduce la proporción de la población susceptible y por tanto se ajusta el Rc en el tiempo.